Nuestra visión es; “ser una iglesia dinámica, que alcance a personas de todos los niveles de la sociedad, con el mensaje del evangelio y en el poder del Espíritu Santo, de tal modo que puedan desarrollarse integra y plenamente como discípulo fiel y testigo eficaz”
Dentro de esta definición de visión, encontramos también los pasos a seguir para llevarla a cabo, (agradecemos el aporte del Rev. Roberto Gliget, nuestro mentor en la tarea celular)
1. GANAR. El primer paso es alcanzar a aquellas personas que aun no han tenido el privilegio de ser alcanzados por el poderoso mensaje del Evangelio y el maravilloso amor de Dios. Para ello usamos todos los medios disponibles a nuestro alcance.
2. CONSOLIDAR. Es decir hacer firmes, por muchos años a la iglesia se le escapaba el fruto que Dios traía en los esfuerzos evangelisticos, pero gracias a Dios, hemos aprendido a “cerrar la puerta de atrás” y a retener así a la gente que alcanzamos. Ellos son enseñados rápidamente a mantener una vida cristiana victoriosa y a dar fruto dentro de una célula.
3. DISCIPULAR. Los hermanos nuevos son llevados a la madurez por medio de la enseñanza en células y en Escuela de liderazgo. El propósito es que no sean meros miembros de una iglesia, sino ministros de Dios; no solo oyentes pasivos, sino cristianos activos. Les formamos para que puedan liberar todo el potencial que Dios puso en cada uno y para que cumplan el propósito de Dios en sus vidas.
4. ENVIAR. No deseamos creyentes espectadores, sino protagonistas de la mejor parte de la historia. Les enviamos, una vez formados a extender el Reino de Dios, a ocupar liderazgo donde fueron puestos por Dios y a ejercer autoridad sobre toda fuerza de maldad; es decir son enviados a sanar enfermos, a echar demonios, a orar por milagros, para que la gloria de Dios sea manifestada en nuestro medio
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